“Hay un problema crónico de la mayoría de los sanatorios y clínicas privadas de la provincia y del país. Es un tema recurrente. Depende fundamentalmente del atraso de los aranceles que abonan los principales financiadores, que en nuestro caso es el PAMI, del cual dependemos casi un 70%, y del IOSPER, al que pertenece la mayoría de los pacientes que atendemos”, explicó el doctor Miguel Grumbaum, de Clínica de la Unión, de Chajarí
En diálogo con “Despertá con Nosotros” por Oíd Mortales Radio, Grumbaum reveló que las autoridades de la Clínica tienen pactado un encuentro con representantes de la UGL Concordia del PAMI “para ver si se puede suscribir un anexo al contrato para ofrecer un número mayor de camas y, como contraprestación de eso, que haya un aumento del valor de las cápitas de alrededor del 30%, y así paliar, no en su totalidad pero sí en gran parte, el déficit que venimos arrastrando desde principios de año”.
Al describir el complejo escenario financiero de la salud privada, el profesional precisó que “los insumos, los medicamentos, el material descartable, en estos últimos meses han aumentado exorbitantemente, muy por arriba del índice general de inflación. En abril la inflación fue de 8,8 y nosotros hemos tenido un 15% de aumento en medicamentos, suero y demás. Además, están abiertas las paritarias con el Sindicato de la Sanidad. Hasta el momento se fueron acompañando los aumentos acordados, pero llega en un momento en que esos aumentos sobrepasan nuestras posibilidades y nos pone en dificultades, por ejemplo para pagar el mes que viene el medio aguinaldo. Tenemos deudas con proveedores que han sido refinanciadas”, agregó.
Grumbuam insistió en dejar en claro que lo que vive Clínica de la Unión “no es un tema aislado. Es un problema que se repite a lo largo y ancho del país. El Sanatorio Concordia está en una situación similar, Clínica Uruguay también. En Paraná está el ICER (Instituto Cardiovascular Entre Ríos) que también está en una situación muy delicada y no sé si va a poder seguir trabajando”.